Amor propio



Cuantos pueden mirarse al espejo y decir “¡Estoy feliz conmigo!”, decir que están orgullosos de sí mismos por lo que ahora son y no querer ser nadie más sino ellos. Amarse porque están llenos de virtudes y defectos, de promesas rotas y amores fugases y aun así ahí están con una sonrisa más, dispuestos a repetir la hazaña porque lo malo poco les afecta, más bien los alienta, liberándolos de lo cansino, lo que no suma al espíritu.

Los que están llenos de sueños, enormes ideas que por voluntad serán proezas, ¿Cuántos divulgan su verdad al mundo?, aunque los “Muggles” no les crean. Yo los he visto, tienen la mirada altiva y una personalidad única, son fuera de este mundo, por eso nadie los comprende, las personas comunes los envidian porque no entiende de donde proviene tanta genialidad de un ser que no tiene más de los que ellos creen poseer. No saben ver con el corazón; que difícil es eso para el que no tiene amor propio, para el que busca en otro ser lo que siempre ha estado dentro de sí mismo… Imagino lo difícil que debe ser eso; compararse, como si hubiera dos iguales. Siento lastima por ellos porque no entendieron que el amor propio es la ruta más fácil hacia la felicidad y que lo demás viene por añadidura. 

Andrés Lázaro, Amor propio.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cocina con quien te ama

Al otro lado del cielo

La duda de una bonanza