Que cotidiano es quererte, sin apuros ni ataduras, solo quererte y ya, solo sentir lo que nadie siente porque ellos no tienen la suerte de contar contigo, ellos no pueden sentir como yo cuando te pienso, cuando me tomas la mano o me das un beso que no espere. Ellos no saben que cuando salimos el mundo es un parque de diversiones y son víctimas de nuestras burla; pobres, no saben querer. Tú y yo nos queremos, y me disculpo si le tuteo pero es que “usted” suena muy lejos para mí, mejor “tú” y siempre tú, porque “tú” me hace sentir que siempre estarás aquí y no te irás nunca. Que cotidiano es quererte y que fácil es enamorarse de ti, más cuando el orgullo nos separa y no sé de dónde diablos sacas la habilidad para reparar todo con una sonrisa; debes ser de otro planeta porque aquí los problemas solo se arreglan poniendo condiciones. Es cierto que te quiero, es lo más sencillo del mundo, aquí va el secreto: no hay secretos, tu forma de querer tiene una particular aquiescencia...