La Universidad
Es cierto que después de salir de los 11 años (en mi caso) de estudio en el colegio, una época gloriosa para algunos y nada agradecida para otros. Llena de amigos, bromas, peleas, noviazgos de salón, integraciones con alcohol barato pero con mucho ambiente, experiencias nuevas, profesores alcahuetas y otros más bien infames… en fin, una época inolvidable y que algunos como yo quisiéramos repetir para poder hacer todo lo que no hicimos con las cosas que ahora sabemos. Bueno, después de esos años viene algo que muchos adolescentes no sabemos a ciencia cierta cómo afrontar; la Universidad. Salimos de estudiar para seguir estudiando; el mundo evoluciona, no es culpa de nadie. Los que tienen la oportunidad de estudiar en una Universidad son muy afortunados, no obstante la pregunta del millón es: ¿Qué voy a estudiar?, una pregunta muy común entre los jóvenes aspirantes a unirse a la academia, y es ahí donde entran nuestros padres.
Los padres sí que influyen en la decisión de
emprender una carrera universitaria, empezando porque ellos son quienes la
pagaran, segundo, vivimos bajo su techo y tercero, en algunos casos no falta el
padre que quiere que su hijo realice su sueño frustrado de ser lo que él no
pudo porque no había con que estudiar. Entonces empieza la lucha de influir y
distraer a los papas, y sobre todo tratar de convencerlos de que lo que
queremos estudiar es mucho mejor que lo que ellos quieren que estudiemos, que también
deja buenos ingresos, que hay muchas posibilidades de trabajo, que esto y lo
otro, y hacemos maromas para convencerlos. Nótese que dije: “también deja
buenos ingresos”, digo esto porque en este país hay que estudiar algo que de
plata, porque si no deja buena plata, no sirve, no vale la pena, es tiempo
perdido. Y es triste que a estas alturas de la existencia de la humanidad haya
gente que aún piense así, cuando se sabe que lo que más vale es el conocimiento,
el amor a la profesión.
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.”Confucio.
El mundo necesita gente que ame lo que hace, pero es
difícil para las personas de clase media-baja como yo poder elegir lo que se
quiere estudiar, porque no se tienen los recursos necesarios para ir a otra
ciudad a enamorarse de una carrera y no tener que trabajar ni un día de la
vida. El panorama es simple para muchos estudiantes en algunas partes del país,
sobre todo en mi ciudad (Aguachica, Cesar), se estudia lo que hay, así es de
simple. La calidad de la educación puede que sea buena, ya que cada quien como
estudiante se hace a su manera pero las carreras ofertadas son limitadas en
algunas Universidades, entonces toca estudiar la segunda opción, la que más se
le parezca, la que me llame la atención, y no, la que se anhela. ¿Por qué?, los
motivos son muchos y no quisiera entrar en detalles. Yo estudie lo que había,
afortunadamente con el pasar de los semestres y con algo de empeño le cogí un
gran amor a una línea de la que será mi profesión y logre encariñarme de mi carrera,
lamentablemente no lo es así para una gran mayoría de jóvenes que desean
estudiar o ya están estudiando una profesión que será un trabajo, literalmente.
Concluyendo ya todo este asunto que me llena de
nostalgia, quiero acabar diciendo lo siguiente: Si usted es padres y tiene como
darle una carrera a su hijo, deje que sea la que a él más le apasione, deje que
no trabaje ni un día de su vida, deje que desee llegar a su lugar de trabajo y
no le tenga miedo a nada porque es capaz de desenvolverse en lo que eligió por
causa propia, déjelo ser feliz y él lo hará feliz a usted. Y si eres un joven y
puedes elegir que estudiar, hazlo y lucha por eso, no lo sueltes, aférrate a
eso como a tu madre, no lo dejes ir y tendrás éxito, ya sea propio o social, y
me parece que el propio es el más gratificante, pero si no tienes la dicha de
elegir entonces lucha también, enamórate de tu carrera, busca algo de ella que
te llame la atención y explora, tal vez te sorprendas como yo y termines
fascinado, además no se sabe si con lo que estudias ahora puedas pagar lo que
tanto quisiste estudiar, si es que aún lo deseas.
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